WASHINGTON D.C.— El perfil del cuidador familiar en Estados Unidos está cambiando a medida que la población envejece, según un nuevo estudio de investigación de la National Alliance for Caregiving y AARP. Mientras que el cuidador familiar “típico” es una mujer de 49 años que cuida a un pariente, los cuidadores en conjunto se han vuelto tan diversos como la población estadounidense.

Caregiving in the U.S. 2015 (La prestación de cuidados en EE.UU. en el 2015) ofrece una perspectiva sorprendente sobre los cuidadores familiares de hoy. El típico cuidador que dedica un mayor número de horas a la prestación de cuidados (alguien que proporciona cuidados no remunerados por lo menos 21 horas por semana) ha realizado esta tarea por un promedio de cinco años y medio, y espera continuar prestando cuidados por otros cinco años. Casi la mitad de estos cuidadores con horario intensivo cuentan que padecen altos niveles de tensión emocional (el 46%).

Con un ingreso promedio del grupo familiar de $45,700, los cuidadores dicen que no solo padecen tensión emocional, sino también presión económica. Los cuidadores con horario intensivo cuentan que les cuesta trabajo encontrar en sus comunidades servicios de prestación de cuidados costeables, tales como comidas a domicilio, transporte o servicios domiciliarios de atención de salud, para ellos y sus seres queridos. Los cuidadores que viven a más de una hora de distancia de la persona a su cargo también dicen tener niveles más altos de presión económica (el 21%), quizás porque 4 de cada 10 cuidadores a distancia dicen que usan ayuda remunerada (el 41%).

Otros hallazgos sobre subgrupos de cuidadores también sorprenden. En la actualidad, casi la cuarta parte de los cuidadores en Estados Unidos son de la generación del milenio, tienen entre 18 y 34 años, y es igual de probable que sean hombres o mujeres. En el extremo opuesto, los cuidadores de 75 años o más por lo general son el único apoyo de su ser querido y le prestan cuidados sin ayuda remunerada ni ayuda de familiares y amigos. Los hombres, un grupo que de acuerdo con los estereotipos no se responsabiliza de la prestación de cuidados, en la actualidad representan el 40% de los cuidadores familiares y pasan un promedio de 23 horas por semana ayudando a un ser querido.  

“Nos preocupa en particular que no se está haciendo lo suficiente para apoyar a los cuidadores familiares, ni en el sector público ni en el privado, a medida que envejecen”, dijo Gail Gibson Hunt, presidenta y directora ejecutiva de la National Alliance for Caregiving. “Hay un arma de doble filo cuando no apoyamos a los cuidadores, porque ponemos en peligro tanto al cuidador como a la persona a su cargo”.

Los cuidadores de un familiar cercano como el cónyuge o el padre o madre, a quienes es probable que brinden cuidados por 21 horas o más, dicen que ser identificados como un cuidador familiar en el expediente médico de la persona a su cargo sería útil para manejar sus responsabilidades de prestación de cuidados. Otro apoyo que se desea, entre otros, son los servicios de relevo, además del acceso a recursos y herramientas para ayudar al cuidador a manejar el estrés y para posibilitar que quien recibe cuidados viva en la casa.

“Como han demostrado las investigaciones anteriores de AARP, nos enfrentamos a un precipicio en la prestación de cuidados”, dijo la Dra. Susan Reinhard, vicepresidenta sénior de AARP Public Policy Institute (Instituto de Política Pública de AARP) y estratega principal del Center to Champion Nursing in America (Centro para la Defensa de la Enfermería en Estados Unidos). “Para mediados del siglo, solo habrá tres cuidadores familiares disponibles por cada persona que necesite cuidados. Esto significa que para evitar ponerlos en mayor peligro a medida que envejecen, necesitamos brindar apoyo a los cuidadores existentes a quienes el sistema actual de servicios a largo plazo y apoyo no atiende”.

Caregiving in the U.S. 2015 es un informe conjunto de la National Alliance for Caregiving y AARP. El informe fue posible gracias al generoso patrocinio de AARP, Archstone Foundation, Eli Lilly, Home Instead Senior Care, MetLife Foundation, Pfizer, UnitedHealthcare y el Family Support Research and Training Center en conjunto con la University of Illinois at Chicago.

Obtén el informe

Visita http://www.caregiving.org/caregiving2015/ (en inglés) o http://www.aarp.org/caregivingintheus/ (en inglés) para descargar el informe y los materiales relacionados.

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Metodología

El informe del 2015 se basa en entrevistas cuantitativas en línea realizadas en el 2014 a 1,248 cuidadores familiares de 18 años o más, que cuidan a una persona de cualquier edad. Estos cuidadores se definen como quienes brindan cuidados no remunerados a un adulto o niño. Se incluyó una muestra aleatoria de 1,015 cuidadores, con sobremuestreo de las poblaciones afronorteamericana o negra, hispana o latina, y asiática-estadounidense o de las islas del Pacífico.

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Acerca de la National Alliance for Caregiving

Establecida en 1996, la National Alliance for Caregiving es una coalición sin fines de lucro de organizaciones nacionales, que se concentra en el progreso de la prestación de cuidados a familiares por medio de investigación, innovación y activismo. La alianza lleva a cabo investigación, realiza análisis de políticas, desarrolla programas nacionales de prácticas óptimas y trabaja para aumentar la concientización del público sobre asuntos relacionados con la prestación de cuidados a familiares. Plenamente consciente de que los cuidadores familiares realizan importantes aportes económicos y a la sociedad para mantener el bienestar de las personas a su cargo, la alianza apoya una red de más de 80 coaliciones estatales y locales de prestación de cuidados y sirve como secretaría de la International Alliance of Carer Organizations. Conozca más en www.caregiving.org.

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